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24 Jul 2024

Percepciones económicas en un contexto de pobreza

A inicios de mayo, el INEI nos informó que la pobreza monetaria había aumentado en el país, y afectaba ahora al 29% de la población. En términos simples, esto significa que, para 2023, un total de 9.780.000 peruanos no pueden gastar lo necesario para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.[1]

Si se compara este resultado con el de 2022, encontramos que en tan solo un año más de medio millón de compatriotas (596.000 para ser más exactos) pasaron a vivir en condiciones de precariedad. Desearíamos expresar sorpresa ante este hecho, pero todos los pronósticos apuntaban a este resultado, y continúan indicando que esta situación no cambiará en el corto plazo.

En este contexto, el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) realizó a finales de mayo su encuesta periódica de opinión pública,[2] en la cual indagó, a través de diferentes preguntas, cómo las personas percibían la situación económica del país, de sus hogares y de ellos mismos. A partir de estas cifras, se pueden destacar algunas reflexiones que permiten comprender el alcance de la realidad presentada por el INEI.

Un primer dato resaltante es el que hace referencia a la situación económica de los hogares: 70% de los encuestados considera que, teniendo en cuenta todos los ingresos del hogar, “no les alcanza”, mientras que 30% indica lo contrario (“les alcanza”). Según la encuesta, los que indican que “no les alcanza” (70%) están conformados por 36% que señala que los ingresos del hogar no les alcanza y tienen dificultades, y otro 34%, cuya situación es mucho más crítica dado que no les alcanza y tienen grandes dificultades. El porcentaje que se encuentra en este último grupo, el de grandes dificultades, aumenta fuera de Lima Metropolitana (40%), en las zonas rurales (54%), en personas de cuarenta años a más (41%) y en los niveles socioeconómicos más bajos (50%).

Por otro lado, el 30% que vive en hogares con una mejor situación económica está compuesto por 25% que indica que los ingresos totales del hogar les permiten cubrir sus gastos, sin posibilidad de obtener algún excedente, y 5% que les alcanza bien y pueden ahorrar. En un país donde se suele recurrir al gasto de bolsillo para cubrir los problemas de salud y el sistema previsional no ofrece lo necesario, que solo 5% ahorre resulta sumamente preocupante.

Un segundo punto importante es el pesimismo que se registra en la salud económica del país y, en menor medida, en la de cada informante. De manera retrospectiva, 72% considera que la situación económica actual del país es peor que la de hace un año, un porcentaje similar al registrado en agosto de 2023 (69%) y menor al obtenido en junio de 2022 (78%). El pesimismo económico que en un momento se adjudicó a los efectos de la pandemia parece haberse instalado mucho más allá de esta. Asimismo, 56% opina que su situación económica personal es peor que la de hace 12 meses. Aunque este porcentaje ha disminuido con respecto a abril de 2022, sigue siendo mayoritaria esta opinión pesimista.

Al proyectar hacia el futuro, 55% cree que la situación económica del país será peor en los próximos 12 meses. En cuanto a la situación económica personal, 36% responde que será peor dentro de un año, mientras que otro 36% opina que esta se mantendrá igual. En este sentido, a pesar de la percepción generalizada de que la economía del país está en declive y empeorará, aún persiste cierto grado de resistencia a considerar que la situación económica personal pueda deteriorarse.

La percepción negativa sobre la realidad económica es importante para entender la desaprobación presidencial. Según el informe de la encuesta de opinión del IEP, 94% de encuestados que cree que la economía del país es peor que la de hace un año desaprueba a la presidenta Boluarte. El mismo porcentaje de desaprobación a la presidenta se encuentra entre aquellos que opinan que su propia economía se ha deteriorado.

Otro aspecto en el que las percepciones económicas influyen es en las posiciones respecto a las posibles salidas a la actual crisis. El 87% de quienes responden que su situación económica personal es peor que la de hace un año cree que lo más conveniente para el país es que haya elecciones antes de 2026. Asimismo, 44% de los que consideran que su economía ha empeorado tiene intenciones de irse del país. Es importante indicar que el grupo que desea abandonar el país está compuesto principalmente por residentes de zonas urbanas, hombres, jóvenes y aquellos que quieren salir de Perú de forma temporal.

 

Fuente. IEP Informe de opinión de mayo 2024.

 

Fuente. IEP Informe de opinión de mayo 2024.

 

Un tercer aspecto relevante se refiere a la percepción del impacto económico de la crisis política. Múltiples analistas y autoridades han mencionado que la inestabilidad política es una de las razones del crecimiento de la pobreza. Según las cifras de la encuesta del IEP, la propia población parece respaldar esta afirmación. La mayoría de los encuestados responden que la actual crisis política ha afectado mucho (51%) o algo (21%) su situación económica.

Sin embargo, esta percepción no es uniforme entre los segmentos poblacionales. La percepción se incrementa en las mujeres, en las personas de cuarenta años a más y aquellos que se encuentran en el nivel socioeconómico D/E. Este resultado es similar al observado en la versión de marzo del año pasado de esta encuesta, cuando se indagaba sobre la percepción del impacto económico de las inundaciones.[3] Ambos resultados refuerzan la idea de que los vaivenes sociales y políticos no afectan a todos por igual, sino que existen grupos más vulnerables que otros.

En suma: i) la actual realidad del país se caracteriza por altos índices de pobreza, con 29% de la población incapaz de cubrir una canasta básica y 70% de encuestados que considera que los ingresos del hogar no le son suficientes; ii) aunque la opinión pública evalúa negativamente la situación económica del país tanto presente como futura, hay un grupo importante que cree que su situación económica personal no cambiará en los próximos 12 meses; iii) existe una estrecha relación entre la percepción sobre la economía y sobre la política, como la desaprobación presidencial o el deseo de adelantar las elecciones; iv) irse del país es una respuesta a la actual crisis política y la evaluación negativa de la situación económica personal, pero este deseo es más común en ciertos sectores de la población; y v) la inestabilidad política afecta la economía de la sociedad, siendo los grupos más postergados social y económicamente los que principalmente sienten este impacto.

Todos los economistas sabemos que el crecimiento económico es fundamental para reducir la pobreza. Sin embargo, es complejo generar y mantener este crecimiento cuando existen percepciones negativas sobre el futuro económico y la estabilidad política del país. Es necesario que las fuerzas políticas busquen un consenso que ayude a reducir la inestabilidad actual. Por otro lado, el Ejecutivo debería liderar la búsqueda de alternativas efectivas para abordar la lucha contra la pobreza, por ejemplo, mejorando y repensado los programas sociales existentes. Por último, es crucial romper con el paradigma de que una bonanza económica se traduce automáticamente en una mejora en la calidad de vida de la población. Más bien, a diferencia de varios otros momentos de nuestra historia, es necesario pasar a un modelo en el que el crecimiento económico que se genere esté enfocado en aliviar activamente la situación económica de los hogares de manera sostenida.

 


[1] Instituto Nacional de Estadística e Informática (2024). Perú: evolución de la pobreza monetaria, 2014-2023. Lima: INEI.

[2] Véase IEP Informe de opinión de mayo 2024.

[3] Véase IEP Informe de opinión-Marzo 2023.

 

24 Jul 2024

Licenciado de Economía
selguera@iep.org.pe
Licenciado de la carrera de economía con especialidad en Gestión Pública por Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Asistente de investigación del área de Estudios de Opinión del IEP y jefe de práctica de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNMSM. Becario del XVIII Curso Anual de Extensión [...]